Yo soy de Marchena, ¿pasa algo?».
La economía de Marchena, la historia, la riqueza cultural, los proyectos y el sentimiento de una infancia vivida por sus calles hace más de 35 años fueron evocados y retratados ayer noche en el Ateneo de Sevilla en la sesión del ciclo La Provincia de la Docta Casa por destacados marcheneros, entre los que se hallaban el director de ABC, Ignacio Camacho y el presidente de Unicaja, Braulio Medel.
Disertaron por espacio de hora y media sobre las peculiaridades de esta joya de la campiña sevillana.
Los asistentes al acto de anoche sí tuvieron la oportunidad de aproximarse , al menos, a este enclave sevillano con 37 kilómetros cuadrados d e término municipal, de la mano de historiadores, representantes de la Administración y otros estudiosos, pero también conocieron las vivencias y los sentimientos hacia el pueblo que Ignacio Camacho compartió con ellos. Tanto como ha escrito y escribe el director de ABC de Madrid, nunca lo ha hecho de su tierra «porque soy reservado con mis sentimientos, marché pronto del pueblo y porque mi padre, Luis Camacho, ya dejó escrita muchas páginas». Marchena es para él, su «territorio sentimental, el recuerdo de un pueblo más antiguo, de mulas al atardecer, mujeres vestidas de negro, muchachas de ojos intensos que hoy tienen hijos que hacen «botellona» y de una prodigiosa Semana Santa que es punto de cita y retorno de los vecinos». Ahora, Ignacio Camacho está en Madrid, donde aún sigue el hotel de los marcheneros, el Continental. De esos marcheneros orgullosos y altivos que tienen Marchena como denominación de origen, «como yo, porque yo soy de Marchena, ¿pasa algo?».
Disertaron por espacio de hora y media sobre las peculiaridades de esta joya de la campiña sevillana.
Los asistentes al acto de anoche sí tuvieron la oportunidad de aproximarse , al menos, a este enclave sevillano con 37 kilómetros cuadrados d e término municipal, de la mano de historiadores, representantes de la Administración y otros estudiosos, pero también conocieron las vivencias y los sentimientos hacia el pueblo que Ignacio Camacho compartió con ellos. Tanto como ha escrito y escribe el director de ABC de Madrid, nunca lo ha hecho de su tierra «porque soy reservado con mis sentimientos, marché pronto del pueblo y porque mi padre, Luis Camacho, ya dejó escrita muchas páginas». Marchena es para él, su «territorio sentimental, el recuerdo de un pueblo más antiguo, de mulas al atardecer, mujeres vestidas de negro, muchachas de ojos intensos que hoy tienen hijos que hacen «botellona» y de una prodigiosa Semana Santa que es punto de cita y retorno de los vecinos». Ahora, Ignacio Camacho está en Madrid, donde aún sigue el hotel de los marcheneros, el Continental. De esos marcheneros orgullosos y altivos que tienen Marchena como denominación de origen, «como yo, porque yo soy de Marchena, ¿pasa algo?».
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